
Arte
Barroco en Gran Bretaña
Mientras en Europa el estilo
barroco se había extendido ampliamente, la condición
isleña de Gran Bretaña y su desinterés por
la arquitectura europea marca la tardía aparición
del Barroco en Inglaterra, lo que ya había ocurrido con el
estilo precedente, el Renacimiento. Un hecho marcará esta
nueva etapa artística de manera clara: el Gran Incendio de
Londres en 1666, que obligó a una reestructuración
de esta ciudad conforme a los nuevos gustos estéticos. El
Barroco en Inglaterra finaliza, según los expertos, coincidiendo
con la fecha del Tratado de Utrech en 1713.
Arquitectura
La arquitectura es el arte
barroco por excelencia, que engloba a todas las artes bajo su techo
convirtiéndolas en un espectacular conjunto artístico.
Y será en la arquitectura donde con más claridad se
note la influencia barroca en Inglaterra, lo que sucede tras el
fallecimiento en 1652 de Íñigo Jones, aparejador real,
y primer arquitecto significativo británico y también
primero en realizar sus estudios en Italia, ,y la visita decisiva
de Christopher Wren a París en 1665. Wren y otros arquitectos
como Vanbrugh o Hawksmoor se inspirarán en edificios barrocos
de toda Europa (no sólo de Francia e Italia), principalmente
a través de libros y grabados, siendo decisiva la influencia
en particular del arquitecto francés François Mansart,
que introdujo un sentido más clasicista en la arquitectura
barroca.

Christopher
Wren (1632-1723) es el iniciador del estilo barroco inglés,
sus estudios científicos y matemáticos y su gusto
por la arquitectura clásica romana, otorgan a su estilo claridad
en el diseño y un cierto sabor clásico que diferenciarán
el estilo inglés del continental, lo que quedará patente
tras el Gran Incendio de Londres, cuando Wren es el encargado como
aparejador real de reconstruir cincuenta y tres iglesias, lo que
realiza según las normas del tratado de arquitectura de Vitruvio,
aunque combinando los elementos clásicos con estructuras
dinámicas y múltiples puntos de vista propios del
barroco, especialmente notorios en sus campanarios. La reconstrucción
de la Catedral de San Pablo (1673-1711), es su obra más importante,
un edificio de espectaculares proporciones y esbeltez, que recoge
el estilo palladino de Iñigo Jones y los nuevos aires europeos.
Experto en la combinación de elementos con resultado de gran
equilibrio, Wren resuelve el interior con una planta mixta basilical
y central, y remata la bóveda con una espectacular cúpula
que mezcla la influencia renacentista de Miguel Ángel y la
típica torre-campanario barroca.
En la arquitectura civil,
Wren realiza también obras memorables como la biblioteca
del Trinity College, en Cambridge, y el gran conjunto de Greenwich
(1696-1715), que incluye el Observatorio Real y el Hospital Real,
obra a la que incorporó admirablemente un edificio preexistente.
Wren también realizó obras particulares, aunque la
primera casa de campo barroca en Inglaterra la construyó
William Talman en Chatswoth, en 1687.
La culminación de
la arquitectura barroca llega a través de los discípulos
de Wren, Sir Nicholas Hawksmoor (c.1661-1736) y Sir John Vanbrugh
(1164-1726). Hawksmoor nunca viajó a Italia, pero trabajó
junto a su maestro, Christopher Wren, desde 1684 hasta el 1700 en
proyectos como el Hospital de Chelsea, la Catedral de San Pablo,
Hampton Court o el Hospital de Greenwich. Gracias a Wren fue nombrado
oficial de trabajos en el Palacio de Kensington y supervisor en
jefe de los trabajos de Greenwich hasta que estos cargos son destinados
a otra persona, y en ese momento decide asociarse a un joven arquitecto,
Vanbrugh que absorbe así la influencia de Wren. Juntos realizan
el Palacio de Blenheim y en Castillo de Howard, ambas ostentosas
y pesadas estructuras, del gusto británico. Además,
también trabajaron con éxito por separado, destacando
en los edificios diseñados por Hawksmoor su versatilidad
y originalidad. Entre sus construcciones encontramos la única
casa de campo que levantó, en estilo barroco, en Northamptonshire.
También encontramos iglesias de nueva construcción
en Londres, el inmueble Clarendon en Oxford, el All Souls College
y el diseño de la fachada oeste de la Abadía de Westminster.
Vanbrugh fue arquitecto osado, así como lo fue para sus ideas
políticas y en su faceta de dramaturgo. Su último
trabajo fue Seaton Delaval Hall (1718), una mansión más
sencilla que las edificaciones anteriores, pero única por
el atrevimiento de su estructura y estilo.
La arquitectura barroca
inglesa termina con estos nombres, ya que no cuajó realmente
en el gusto inglés.
Pintura
En cuanto a la pintura barroca
inglesa debemos distinguir dos momentos diferentes. El anglicanismo
no es muy amante de las imágenes, por lo que no había
grandes nombres locales en el siglo XVII, hasta la llegada del holandés
Van Dyck que se convierte en el gran retratista de las clases altas,
creando toda una escuela de seguidores. Tras su muerte en 1641,
destacó un pintor local William Hogarth (La vendedora de
camarones), que retrata las costumbres sociales y la vida cotidiana
inglesa.
En el siglo XVIII, ya influenciada
la sociedad por el gusto rococó, un estilo muy cortesano
y relajado, derivado del barroco pero con mucho mayor abigarramiento
decorativo. En este momento surgen muy buenos pintores ingleses,
creadores de conocidísimos retratos. Entre ellos destacan
Sir Joshua Reynolds (1723-1792), exponente de la idealización
académica y famoso por sus cuadros de niños como La
edad de la inocencia, o su rival, Thomas Gainsborough (1727-1788),
gran retratista y paisajista, influenciado por el pintor rococó
francés Watteau, y por Van Dyck. Sus retratos fueron los
preferidos por la aristocracia inglesa, muy conocido es su retrato
El señor y la señora Andrews, donde la pareja aparece
al aire libre, demostrando la maestría del artista en la
fusión de géneros.
Escultura
La escultura recibió
influencias, igualmente, de los estilos italiano y flamenco. En
Inglaterra se continúa con una cierta aversión a la
representación icónica típica del anglicanismo,
por lo que casi se reduce a los motivos funerarios en los templos,
que se convierten en panteones de personajes ilustres, representaciones
ostentosas creadas para glorificar e inmortalizar. Destacan escultores
como Nicholas Stone (1586/87-1647) que trabajó como jefe
de obras y arquitecto para Iñigo Jones, y como escultor y
sobre todo realizó monumentos funerarios, o los franceses
Hubert le Sueur (c. 1580-1658), al que le encargaron estatuas ecuestres
y copias de obras clásicas, o Louis-François Roubillac
(1695-1762), de estilo berniniano e influencias inglesas, realizador
de retratos de personalidades como Händel o Hogarth.
