José
Casado del Alisal,
Biografía y obra
Biografía
de José María Casado del Alisal
José
María Casado del Alisal nació en la localidad palentina
de Villada en 1832. Interesado por las artes plásticas desde
su juventud, ingresaría en la Escuela Municipal de Dibujo
de Palencia, desde donde daría el salto a la Real Academia
de las Bellas Artes de San Fernando, donde continuaría su
formación de la mano del maestro neoclásico Federico
de Madrazo.
Apenas con 23
años y gracias a su obra "La Resurrección de
Lázaro", obtiene una beca para continuar su formación
en Roma, desde donde recorrería y conocería varias
ciudades italianas como Nápoles, Florencia, Milán
o Venecia, haciéndose así un nombre en el panorama
artístico del país transalpino y adquiriendo un bagaje
que le serviría para ser nombrado director de la Academia
Española de las Bellas Artes en Roma.
Una
prórroga de su pensión le permitiría incluso
completar durante un tiempo su formación en París,
uno de los centros más influyentes del movimiento neoclasicista.
Miembro de la
Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, presentó
sus obras a numerosas exposiciones nacionales e internacionales,
algunas de las cuales, fueron galardonadas. Se dijo incluso que
el hecho de no obtener distinción alguna en la Exposición
Nacional de 1881 con su célebre lienzo "La Campana de
Huesca" (en el cual nos detendremos más adelante), motivó
su dimisión como director de la Academia Española
de Roma.
Reclamado en
numerosas ocasiones por políticos, aristócratas, distinguidas
personalidades de la sociedad de la época e incluso por la
propia corona para realizar retratos; durante su madurez acumuló
la fama y los méritos suficientes como para ser honrado con
la Gran Cruz de Isabel la Católica.
En vida, mantuvo
una especial relación de amistad y afecto con el poeta Gustavo
Adolfo Bécquer, tras cuya muerte en el año 1870, promovió
un homenaje, le realizó un retrato e, incluso, organizó
una cuestación benéfica para ayudar a su familia más
directa.
José
Casado del Alisal fallecería en Madrid un día 8 de
octubre de 1886, dejando una notable colección de obras pictóricas,
principalmente retratos y representaciones de carácter histórico
que a continuación detallaremos.
Trayectoria
artística
La dilatada
trayectoria artística de José María Casado
del Alisal se caracteriza, sobre todo en sus obras de juventud,
por unos rasgos totalmente rigurosos con el academicismo neoclásico
que le inculcó su maestro Federico de Madrazo en la Real
Academia de las Bellas Artes de San Fernando.
Sin
embargo, siempre sin abandonar esa sobriedad académica y
a raíz de su establecimiento en Italia y su visita a París,
fue abrazando ciertos conceptos románticos que empezaban
a triunfar en la Europa del momento, como el llamado "purismo
nazareno", añadiendo mucho mayores dosis de dramatismo
a sus obras.
Casado del Alisal
cultivó el género del retrato, sometiendo a la maestría
de su pincel a notables personalidades de la época; pero,
sobre todo, el mayor legado que el pintor palentino nos ha dejado
ha sido en forma de obras de temática histórica, siendo
uno de los más sobresalientes artistas del llamado "realismo
retrospectivo", consistente en representar escenas de especial
relevancia o simbolismo para la historia del país.
Su primera obra
importante fue "La Resurrección de Lázaro",
realizada con apenas 23 años y que le serviría para
obtener una beca de formación en Roma.
En 1860 presentó
a la Exposición Nacional de Bellas Artes la obra "Últimos
momentos de Fernando IV el Emplazado", obteniendo gracias
a él uno de los cinco galardones en forma de medallas de
primera clase que se entregaban. Adquirido por el Estado Español
por 45.000 reales, pertenece en la actualidad a la colección
del Museo del Prado, quien lo ha cedido en depósito al Palacio
del Senado, donde se expone desde 1881.
Continuando
con sus obras de carácter histórico, también
llamado "realismo retrospectivo", en 1862 presenta a la
exposición el óleo sobre lienzo del "Juramento
de las Cortes de Cádiz", obra de gran formato y
que, por su especial simbolismo, se encuentra a día de hoy
en el Congreso de los Diputados.
Conservado y
expuesto en el Museo del Prado de Madrid, de 1864 es la obra "La
Rendición de Bailén", en la que, claramente
inspirado en una luz y unos personajes velazquianos, capta el momento
exacto de las capitulaciones del ejército francés
tras la célebre Batalla de Bailén.
Tan solo dos
años después, en 1866, presenta a la Exposición
Nacional de Bellas Artes obteniendo una de las medallas la obra
"Gonzalo Fernández de Córdoba ante el cadáver
del Duque de Nemours", siendo uno de las obras más
representativas en las que aparece el célebre "Gran
Capitán". El óleo se encuentra en la actualidad
en el Palacio del Senado.
Ya en plena
madurez, concretamente en el año 1881, presenta a la Exposición
Nacional la que, probablemente, a día de hoy es su obra más
célebre. Nos referimos a "La Leyenda del Rey Monje",
más conocida como "La Campana de Huesca",
en la cual retrata el momento en el que, según la leyenda,
el rey aragonés Ramiro II "el Monje" decapitó
a doce nobles que osaron resistirse a su voluntad.
Conservado hoy
en el Ayuntamiento de la ciudad de Huesca, de la que, sin lugar
a dudas, se ha convertido en uno de los símbolos, llama la
atención en hecho de que, en la citada Exposición
Nacional de 1881, no obtuviese ninguna medalla, sino tan solo una
mención de honor, motivo por el cual presentaría su
renuncia a la dirección de la Academia Española de
las Bellas Artes en Roma.
Pocos meses
antes de su muerte, José Casado del Alisal concluiría
su última obra de género histórico, concretamente
dedicada a la Batalla de Clavijo, una de las más célebres
batallas de la Reconquista cristiana de la Península Ibérica.
En la actualidad, el óleo se conserva en la madrileña
basílica de San Francisco el Grande.
Como se ha
dicho, sobre todo durante su madurez ya cuando Casado del Alisal
se había erigido como una de las figuras más importantes
dentro del panorama artístico decimonónico, le fueron
encargados numerosos retratos por parte de políticos y miembros
de la alta sociedad de la época.
Uno de los primeros
que realizó (1865) fue nada menos que a la Reina Isabel
II, también retratada años antes por su maestro
Federico Madrazo. La obra se conserva en el Palacio Real de Madrid.
Dos décadas después, apenas dos años antes
de su fallecimiento, retrataría también a Alfonso
XII, conservándose el lienzo en el salón del trono
del propio Palacio Real.
Otros personajes
relevantes del ámbito político de la España
del siglo XIX retratados por José Casado del Alisal fueron
Baldomero Espartero (1972), Alejandro Mon y Menéndez,
y Práxedes Sagasta (1884) entre otros.
(Autor
del artículo/colaborador de ARTEESPAÑA:
José Manuel Tomé)