En
1910 ya se puede hablar de un grupo liderado por Marinetti. Trabajarán
artistas como los pintores Russolo, Carrá, Boccioni, Balla
o Severini. El futurismo fue llamado así por su intención
de romper absolutamente con el arte del pasado, especialmente en
Italia, donde la tradición artística lo impregnaba
todo. Quieren crear un arte nuevo, acorde con la mentalidad moderna,
los nuevos tiempos y las nuevas necesidades. Para ello toma como
modelo las máquinas y sus principales atributos: la fuerza,
la rapidez, la velocidad, la energía, el movimiento y la
deshumanización. Dignifica la guerra como espacio donde la
maquinación, la energía y la deshumanización
han alcanzado las máximas metas.
Sus ideas revolucionarias
no deseaban limitarse al arte, sino que, como otros muchos movimientos,
pretendían transformar la vida entera del hombre. La estética
futurista difunde también una ética de raíz
machista y provocadora, amante del deporte y de la guerra, de la
violencia y del peligro. El futurismo fue politizándose cada
vez más hasta coincidir con las tesis del fascismo, en cuyo
partido ingresó Marinetti en 1919. En su manifiesto hay un
punto que dice:
La característica
principal del futurismo es la plástica del dinamismo y del
movimiento. El efecto de la dinámica se transmitía
en vibrantes composiciones de color que debían producir un
paralelismo multisensorial de espacio, tiempo y sonido. Al principio,
se valieron para la realización de sus objetivos artísticos
de la técnica divisionista, heredada del neoimpresionismo
y más tarde se aplicó la técnica cubista de
abstracción como procedimiento para desmaterializar los objetos.
A partir de estas premisas, la representación del movimiento
se basó en el simultaneismo, es decir, multiplicación
de las posiciones de un mismo cuerpo, plasmación de las líneas
de fuerza, intensificación de la acción mediante la
repetición y la yuxtaposición del anverso y del reverso
de la figura.
Buscaban por
todos los medios reflejar el movimiento, la fuerza interna de las
cosas, ya que el objeto no es estático. La multiplicación
de líneas y detalles, semejantes a la sucesión de
imágenes de un caleidoscopio o una película, pueden
dar como resultado la impresión de dinamismo. Crearon ritmos
mediante formas y colores. En consecuencia, pintan caballos, perros
y figuras humanas con varias cabezas o series radiales de brazos
y piernas. El sonido puede ser representado como una sucesión
de ondas y el color como una vibración de forma prismática.
Los pintores
extraen sus temas de la cultura urbana, máquinas, deportes,
guerra, vehículos en movimiento, etc., eliminando progresivamente
todo populismo o simbolismo.
Umberto
Boccioni
Cultivó
el puntillismo en algunas ocasiones, en otras empleó la línea
curva, y más tarde, las rectas. En La ciudad se levanta
su dinámica es curva, mientras que La fuerza de la calle
o Dinamismo de un ciclista se organizan en disparatadas rectas,
formalmente próximas al cubismo, pero diferenciadas en su
aspiración a un movimiento frenético, casi desesperado.
En Estados
de ánimo las líneas dinámicas se alternan
con los espacios vacíos, que expresan el desánimo.
Finalmente se
apartará del futurismo, de la velocidad y del dinamismo y
se irá acercando al análisis de los volúmenes
redondeados y más estáticos influido por Cézanne.
Giacomo
Balla
Sus primeras
obras, Interpretaciones Iridiscentes, Vuelos rápidos y Líneas
de velocidad dieron el impulso y ritmo a las experimentaciones de
los primeros años del futurismo.
Trabajó
fundamentalmente sobre los aspectos ópticos del movimiento
en obras como Muchacha corriendo en el balcón, Las
manos del violinista o Dinamismo de un perro atado.
De la misma
forma se interesa por realizar un análisis de los ritmos
en ciertas aves, así como una serie sobre La velocidad del
automóvil.
A partir de
1930, volvió a temas figurativos, pintando ciudades, paisajes
y retratos. Fue, además, precursor del dadaísmo.
Luigi
Russolo
Continúa
con las sensaciones dinámicas en obras como Casas + luces
+ cielo, Síntesis plástica del movimiento de
una mujer y Dinamismo de un automóvil.
Gino
Severini
En Pan Pan
en Mónaco conserva parte la de figuración para
fragmentarla y destrozarla dentro de sus ritmos vertiginosos.
Su pintura más importante es El tren blindado y Bal
Tabarin es otra de sus obras más características.
Carlo
Carrá
Se Interesó
por el divisionismo de Seurat y su evolución posterior lo
llevó hacia la pintura metafísica.
Funeral del anarquista Galli.
El movimiento
futurista falleció con la Primera Guerra Mundial, sus miembros
se fueron dispersaron en varias direcciones. El futurismo fue un
paso más en la marcha del arte contemporáneo en su
proceso de desintegración de la forma y el eslabón
inmediato al dadaísmo y al surrealismo.