Correggio.
Biografía y obra
Introducción
a la obra de Antonio Allegri, Correggio (1489-1534)
Correggio es
el representante principal de la denominada Escuela de Parma.
La producción
del pintor Antonio Allegri, llamado El Correggio, se corresponde
en estilo con esa etapa del periodo del arte cinquecentista italiano
colindante con el Manierismo, que ya durante la primera mitad del
s.XVI habría comenzado a despuntar (será el primero
en ejecutar en la Lombardía obras "a la maniera moderna",
como muy bien dejó escrito Vasari).
Conocedor de
la obra de Mantenga (es posible apreciar esta circunstancia en el
tipo de composiciones elegidas, además de en el tratamiento
que confiere a la anatomía de sus personajes) y Leonardo,
la fusión de ambas influencias con las recibidas de la dulzura
propia de la pintura de Rafael y del movimiento miguelangelesco
dará como resultado el surgimiento de una personalísima
autoría, caracterizada por lo que se vendrá en llamar
posteriormente "morbidez" y un estilo cuidado, poético,
rico en contrastes lumínicos, vibrante colorido y delicadeza.
Biografía
de Correggio
Poco
es lo que se conoce acerca de las circunstancias personales de Antonio
Allegri, al igual que sucede con su etapa de formación, respecto
de la cual existen diversas hipótesis.
Oriundo de la
localidad de Correggio (su sobrenombre va a derivar de este hecho),
nace a finales del s.XV (las fechas de 1489 y 1493 son disputadas
como posibles, aunque hoy día se considera más probable
la primera debido a la datación de sus encargos iniciales),
disfrutando de una breve vida cuyo término se producirá
en el año de 1534.
La obra más
antigua documentada de Allegri data de 1514 y fue encargada por
el prior de la Iglesia de los franciscanos de Correggio para el
altar mayor de la misma; esta tabla es conocida bajo el título
de La Virgen de San Francisco y responde al modelo iconográfico
de sagradas conversaciones, inscrita en este caso dentro de un esquema
piramidal completamente clásico. Sin embargo, ya se puede
apreciar en la misma el uso de la luz destinado a la consecución
de una atmósfera envolvente y al destaque de determinados
puntos de la escena, tan propio de la producción posterior
del maestro.
Además,
las influencias apreciables en esta obra, junto con otra serie de
circunstancias, han suscitado diversas teorías acerca del
hecho de que Correggio pudiera haber efectuado un viaje a Roma alrededor
de esta fecha (1513 o 1518), llegando a conocer de primera mano
la obra de Rafael y Miguel Ángel. A donde sí es seguro
que realizará un viaje es a Mantua, llegando a conocer así
de primera mano la obra de Mantegna y sus discípulos.
Para una capilla
de la misma iglesia de San Francisco de Correggio realizará
un poco más tarde, en 1517, un gran cuadro conocido como
Descanso en la huída a Egipto, en el cual es posible apreciar
una intensificación, con respecto a la obra anterior, del
uso de claroscuro y el "sfumatto", técnicas deudoras
de Leonardo. A esta etapa inicial pertenece asimismo, entre varias
otras tablas, Virgen con el niño y San Juan.
Será
sin embargo un poco después (a partir de 1520), cuando acometa
la realización de una de sus principales obras: la decoración
de la cúpula de la Iglesia de San Juan Bautista, en Parma
(ciudad a la que se trasladará en 1523 y donde habría
realizado con anterioridad una serie de frescos para el Convento
de San Pablo, el primer encargo que le procurará éxito).
Es posible apreciar
en el tratamiento otorgado a los personajes una escala más
monumental, junto con un escorzamiento de las figuras, que evocan
forzosamente las creadas por Miguel Ángel y Mantegna, aunque
en clave dulcificada. Su pintura ha evolucionado hacia tratamientos
prebarrocos, como se puede apreciar en la inestabilidad de las figuras,
la dramática expresividad de los rostros, el tratamiento
de los ropajes y la composición a base de una superposición
de figuras (similares características se pueden apreciar
posteriormente en la que será su más ambiciosa obra:
los frescos para la Catedral de Parma, 1526-1530).
En esta iglesia
de San Juan pintará asimismo sendos lienzos que representan
el Descendimiento de la cruz de un "escultórico"
Cristo y el Martirio de los santos Plácido, Flavio, Eutiquio
y Victorio. En ambos se aprecian, nuevamente, influencias de Mantenga
y Leonardo (imprime una mayor agresividad al empleo de escorzos
y claroscuros).
Pertenecientes ya a la considerada como su etapa de madurez son
obras tan representativas de su estilo evolucionado hacia presupuestos
manieristas prebarrocos como la Adoración de los pastores,
llamada también La Noche (donde repite el modelo iconográfico
ya empleado en la Virgen adorando al Niño, actualmente en
la Galería Uffizi), una Sagrada Familia con Santos (o Virgen
de San Jerónimo, 1530) o la exquisita Virgen de San Giorgio
(hacia 1530).
La fama de Correggio
se consolida a partir de de estas fechas (tercera década
del s.XVI), recibiendo encargo por parte de grandes mecenas de la
época, como el duque de Mantua Federico II Gonzaga, de ejecutar
diversas obras de temática principalmente mitológica,
en las cuales Correggio despliega toda la sensualidad, gracia, colorismo
y movimiento propios de su pincel (Mercurio instruyendo a Cupido;
Venus, el Amor y un sátiro o la serie dedicada a los amores
de Júpiter son un ejemplo de ello). Una de sus últimas
obras será la bíblica tabla del Noli me tangere (1534),
encargada por el Duque de Medina de las Torres.
Principales
obras de Correggio
Sin duda es
su producción como fresquista en la ciudad de Parma, recogida
en las decoraciones de la Catedral y las iglesias de San Pablo y
San Juan, la gran herencia de Correggio; la fuerza de las composiciones
antecede todo el movimiento y complejidad Barroca posterior (no
sólo eso, sino que además los personajes se liberan
de circunscripciones arquitectónicas, manteniéndose
inestablemente "flotantes" en el espacio, otorgando una
mayor profundidad a la escena) y los cuerpos evidencian la tendencia
a la oblicuidad y potencia tan apreciadas por el Manierismo (no
perdiendo nunca de vista las características flexibilidad
y curvatura tan apreciadas por Allegri), aunado todo ello bajo la
dulce atmósfera obtenida por medio del empleo de una paleta
lumínica y cromática sensualmente envolvente y contrapuntística.