Biografía
y obra de Constantin Brancusi
Introducción
a la biografía de Constantin Brancusi
Brancusi nació
en Rumania en 1876 y estudió escultura en la Escuela de Bellas
Artes de Bucarest.
En 1904 se instaló
definitivamente en París, donde conoció a Auguste
Rodin y a Amadeo Modigliani, con quien mantuvo una profunda amistad.
Su obra llamó
la atención de Rodin, proponiéndole trabajar en su
taller. Brancusi rechazó su oferta, aunque siempre consideró
que el escultor francés era el punto de partida de la escultura
contemporánea.
Las primeras
obras muestran la influencia de Rodin y de los impresionistas, pero
a partir de 1907-1908 evoluciona hacia un estilo mucho más
personal. Inicia un proceso en el que sus figuras se simplifican
y tienden hacia la abstracción. Se interesa por el arte primitivo,
por la escultura prehistórica y africana y por las esculturas
de Gaugain. Es en este momento cuando inicia El Beso.
Estilo
y obra de Constantin Brancusi
El Beso (1907)
Es
la obra maestra en la que Brancusi logra por primera vez el equilibrio
perfecto entre fondo y forma, la síntesis de los cuerpos
y el bloque en el que están esculpidos.
Son dos figuras
abrazadas, que se besan. La unión entre ambas es completa.
En la cara destacan los ojos, casi simétricos y la boca,
que es la misma para los dos. El pelo es un movimiento de líneas
paralelas onduladas, los brazos están pegados a las figuras
y el cuerpo solamente es insinuado por la línea que los divide
y los une, la misma para ambas.
La textura es
tosca, evita el pulido para evidenciar la talla directa y los instrumentos
empleados.
Tiene una fuerte
influencia del primitivismo en el modo de representar los ojos,
la incisión del cuerpo, el cabello ondulado, los brazos,
etc.
En El beso no
hay elementos anecdóticos o narrativos, ni tampoco hay sentimiento.
Brancusi no intenta mostrar el aspecto sentimental de ese beso,
ni la dulzura amorosa, ni la pasión de los amantes. No percibimos
la fisonomía de los amantes, ni su sexualidad, ni la tensión
de sus cuerpos. El rasgo que destaca en esta obra es la unión
de dos personas al besarse, que está determinada por el bloque
de piedra en el que se representan. Se fundamenta en componentes
escultóricos, en aspectos que pertenecen la propia naturaleza
de la escultura como son el volumen, la masa, la textura y la sencillez
compositiva.
En el beso se
aprecia la búsqueda de la esencia y la simplificación
de la forma. Representa los valores de la abstracción: falta
de descripción o narración y gesto reducido a la mínima
expresión. Revaloriza los elementos esenciales de la escultura:
masa, volumen, espacio, textura y ritmo. Recupera la talla directa
influido por la escultura primitiva.
Brancusi perderá
el interés por los motivos singulares a favor del tratamiento
del volumen y la masa o la talla directa, que son algunos rasgos
que le identifican.
A partir de
1909 empieza a desarrollar los que serán sus grandes temas,
le atraen los animales, y entre ellos destaca el pájaro.
El pájaro es un tema que se origina en Maiastra.
Maiastra
(1910-1912)
Es una pieza
muy sencilla formada por tres partes: un soporte con figuras, que
son cariátides; sobre ellas, un bloque o un plinto y finalmente
la figura del pájaro.
Brancusi juega
aquí con el contraste: frente a las figuras inferiores que
son toscas y primitivas en su diseño y acabado, el pájaro
es compacto, pulido y dinámico, y prescinde de los detalles
para mostrar el juego de volúmenes que se desarrollan verticalmente.
El elemento
central, casi cúbico, actúa como intermedio entre
las figuras inferiores y el ave.
Maiastra irá
estilizándose hasta convertirse en El Pájaro, pieza
de la que Brancusi hará numerosas interpretaciones. Por ejemplo,
en Pájaro en el espacio investigará la esencia del
vuelo.
A lo largo de
su carrera realizó numerosas versiones de una misma obra
en distintos materiales. De la célebre escultura El Beso
existe una posterior, fechada en 1938 y titulada Puerta del beso,
que forma parte del conjunto escultórico de Tîrgu-Jin,
en Rumania, realizado en memoria de los caídos durante la
Primera Guerra Mundial. A este proyecto pertenece también
Columna sin fin, una colosal escultura de metal pulido de casi treinta
metros de altura cuya primera versión en madera data de 1916.
Brancusi murió
en París el 16 de marzo de 1957, liberó a la escultura
del realismo académico del siglo XIX y preparó el
terreno para los escultores abstractos del siglo XX. Por todo ello
es una de las figuras fundamentales de la escultura moderna.