Obra
y biografía de Secundino Zuazo
Introducción
a la biografía de Secundino Zuazo
Secundino
Zuazo Ugalde (Bilbao, 1887 - Madrid, 1971) fue un arquitecto
y urbanista español. Estudió en la Escuela de Arquitectura
de Madrid y sus primeros trabajos los realizó en el estudio
del arquitecto Antonio Palacios.
Su obra se caracterizó,
en un primer momento, por el gusto por la arquitectura tradicional,
el regionalismo y el historicismo. Posteriormente, un viaje por
Holanda y el centro de Europa le harán evolucionar hacia
un racionalismo depurado, con planteamientos cada vez más
simplificados y adaptado a las exigencias funcionales, higiénicas
y al confort que demandaba la sociedad de comienzos de la década
de 1920. Su formación como urbanista le permitió,
además, proyectar sus obras en sintonía con la fisonomía
de la ciudad donde las realizaba.
Su
producción es una síntesis de las ideas racionalistas
y la tradición arquitectónica española. Mostrará
un gran interés por la vivienda colectiva, en busca de condiciones
más higiénicas en las edificaciones de manzana cerrada.
Entre sus obras
arquitectónicas, la más conocida es La Casa de
las Flores y los Nuevos Ministerios en Madrid. En urbanismo
destacan el Plan comarcal de Madrid y el proyecto de prolongación
de la Castellana.
Urbanismo
En 1930, Madrid,
había crecido bastante y sin ningún tipo de orden,
seguía manteniendo las características del plan de
ensanche del ingeniero Castro, de 1860. Durante la II República,
se propuso ordenar su crecimiento y dar solución a los problemas
de tráfico mediante una serie de propuestas:
Durante la Segunda
República, Secundino Zuazo se convirtió en
uno de los máximos responsables del urbanismo del Estado.
Fue su época más productiva como arquitecto y como
urbanista, sin embargo, su trayectoria profesional se vio interrumpida
con el estallido de la Guerra Civil, que le obligó a trasladarse
a Francia. A su regreso a España, en 1940, fue recluido e
inhabilitado temporalmente en Las Palmas de Gran Canaria hasta 1943.
Durante los
primeros años de la posguerra, en sintonía con la
ideología política de la dictadura, realiza una arquitectura
nacionalista con matices regionalistas e historicistas.
Los
Nuevos Ministerios
En el solar
que había quedado vacío tras la demolición
del hipódromo, el gobierno de la República, con Indalecio
Prieto como ministro de Obras Públicas, proyectó un
complejo gubernamental que albergara las dependencias ministeriales.
Al mismo tiempo que se construía un enlace ferroviario subterráneo
entre Atocha y la estación del norte, Chamartín.
El conjunto
consta de un gran espacio central diáfano con plazas, fuentes
y estanques, alrededor del cual se disponen los diferentes ministerios,
así como una gran arquería en el lado que da al Paseo
de la Castellana.
El aspecto actual
conserva las formas y estilo del proyecto original de Zuazo, se
aprecian los ecos del Monasterio de El Escorial. Sin embargo, al
comenzar la Guerra Civil, los Nuevos Ministerios estaban inacabados
y tras la guerra, el exilio de Zuazo en Francia, le impidió
continuar con el proyecto. Fue finalizado por un equipo de arquitectos
afines a la dictadura, que eliminaron y modificaron partes importantes
del proyecto, como el rascacielos previsto para el lado norte y
la sustitución del ladrillo por el granito.
La
casa de las Flores
Realizada entre
1930-1932, es su obra más emblemática. Se trata de
una arquitectura residencial situada en el barrio de Argüelles
de Madrid.
En esa época,
la arquitectura burguesa madrileña se caracterizaba por la
construcción de casas con fachadas ostentosas, recargadas,
llenas de balaustres, molduras y torreones de esquina. Eran poco
higiénicas, ya que la mayor parte de las habitaciones daban
a patios angostos y oscuros. Son grandes manzanas rectangulares,
definidas por Castro en su plan de ensanche de Madrid de 1860, que
se levantaban adosando edificios entre medianeras, que ocupaban
estrechas parcelas, con poca fachada y mucho fondo, dando lugar
a casas de largos pasillos con habitaciones que daban a sucesivos
patios interiores.
Frente a estos
criterios, Zuazo, plantea un conjunto residencial higiénico,
con luz, ventilación, terraza y jardín. Es un conjunto
de viviendas compuesto por dos bloques paralelos, adaptados al perímetro
de la manzana y con un largo patio interior ajardinado y semiabierto
a la calle, que los separa.
La Casa de las
Flores es una arquitectura de formas limpias. Juega con variedad
de volúmenes y huecos, con portales, ventanas y terrazas,
para conseguir un efecto de variedad basado en la composición
antes que en el detalle. Sus esquinas son rectas, en caja, lo que
no era frecuente en aquel tiempo, con grandes balcones en la esquina
que asoman a calle Princesa y con las flores que dan nombre a la
casa.
Fuera de Madrid
también realiza numerosas construcciones y proyectos urbanos,
como en el País Vasco, Santander, Las Palmas de Gran Canaria,
Sevilla, Barcelona, Córdoba, Granada y Zaragoza.