Obra
y biografía de Salvador
Dalí
Salvador
Dalí, hijo de un prestigioso notario de Figueres, nació
el 11 de Mayo de 1904. Desde muy joven se dedicó al dibujo
y a la pintura, a los diez años ya dibujaba y pintaba con
bastante regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia
y paisajes.
En 1922 va a
estudiar a Madrid, a La Escuela de Bellas Artes de San Fernando,
de la que será expulsado en 1926 por negarse a ser examinado
de una asignatura, ya que pensaba que ninguno de sus profesores
sabía más que él de esa materia. Mientras estudia,
se aloja en la Residencia de Estudiantes, donde conocerá
a Luis Buñuel y a Federico García Lorca, con los que
trabará una gran amistad además de realizar numerosos
proyectos artísticos.
Entre los cuadros
de esta época destacan Retrato de Luis Buñuel
y Muchacha en la ventana. En este último rompe con
los convencionalismos al situar a la muchacha, que es su hermana,
de espaldas al espectador.
Los primeros
cuadros surrealistas de Dalí se pintan en Cataluña,
La miel es más dulce que la sangre y Aparato y
mano.
En
1929, en París, Joan Miró le pone en contacto con
los miembros del surrealismo, tendencia a la que se alistará
a partir de entonces. Al igual que los surrealistas, mostró
un enorme interés por las teorías del psicoanálisis
de Freud, atrayéndole la importancia del inconsciente como
fuente inagotable de imágenes poéticas. Dalí
desarrolló su propia interpretación del surrealismo.
Estaba convencido que el arte debía ser el resultado de las
vivencias e inquietudes de cada autor. Se interesó por trasladar
a sus lienzos sus turbaciones, su visión del mundo, sus sueños.
El mundo del subconsciente supondría la instalación
en el territorio de los instintos reprimidos. Desde entonces pintará
sus obsesiones siguiendo su "método paranoico-crítico",
que consiste en la exaltación consciente de elementos que
conforman el mundo interior del paranoico. El paranoico revela de
forma espontánea la imagen que para él conforma la
realidad, esta es una imagen deformada por sus obsesiones y problemas.
En este momento
pinta El gran masturbador, El espectro del sex-appeal
y La persistencia de la memoria.
En
sus pinturas, Salvador Dalí, exterioriza las obsesiones ocasionadas
por los traumas de su infancia, de manera que podemos entender su
obra como una autoconfesión. Sus padres habían tenido
otro hijo llamado Salvador que había muerto. Este incidente
hizo que sus padres vieran en él un gemelo del hijo perdido,
poniéndole el mismo nombre y comparándolo continuamente.
El sexo y las
enfermedades venéreas son otra de sus preocupaciones. Dalí
sentirá un horrible pánico al sexo, sobre todo al
femenino, por lo que también sufrirá impotencia, que
le hará entregarse al onanismo como sustituto. De ahí
la proliferación de formas flácidas y muletas y su
tendencia a la exageración.
En El gran
masturbador están presentes todos sus miedos. El cuadro
juega con la ambigüedad de las imágenes, nada es lo
que parece. Puede considerarse el antecedente de su método
paranoico crítico.
La figura principal
es el autorretrato del pintor, con los rasgos más característicos
de Dalí: la cara amarilla, una enorme nariz y el rostro alargado.
Pegados a su figura hay numerosos elementos simbólicos que
tienen varios significados. El saltamontes, animal que le aterra
desde la infancia, con el vientre lleno de hormigas que simbolizan
la muerte. Un anzuelo como atadura a su familia y la cabeza de un
león como deseo sexual. Emergiendo de su autorretrato surge
la figura de una mujer que aproxima su rostro a unos genitales,
representa la masturbación como la forma más pura
de relación sexual.
Gala, su musa
y compañera, aparece representada en la pareja del fondo
del cuadro que se abrazan. La figura aislada es la soledad y las
pestañas largas simbolizan la esperanza de cumplir sus sueños.
En El espectro
del sex-appeal muestra sus fobias a la sexualidad. Es una visión
terrible al sexo femenino en un paisaje del Cabo de Creus. Es la
imagen monumental de una mujer sin cabeza, ni manos ni pies, con
dos muletas. La figura es contemplada por un niño, que es
el propio Dalí, a quien el sexo se le aparece como un objeto
misterioso y repugnante.
La persistencia
de la memoria, es el miedo al paso del tiempo. Aparece su retrato
rodeado de relojes doblados y derretidos. Intenta reflejar en ellos
la irrelevancia del paso del tiempo. El único reloj no deformado
está lleno de hormigas que simbolizan la muerte.
Los años
previos a la guerra civil fueron duros para Dalí. En Premonición
de la guerra civil refleja el terror que se vivía en los
años previos.
Al inicio de
la Segunda Guerra Mundial va a vivir a Estados Unidos con Gala,
donde permanecerá hasta 1948, año en que regresa a
España y se instala en Port Lligat. Se produce una vuelta
al clasicismo. Él mismo se declara profundamente católico.
Pinta obras religiosas tocando temas de la cristiandad. Madonna
de Port Lligart, Leda atómica, El Cristo de
San Juan de la Cruz y La última cena.
La explosión
atómica del 6 de Agosto de 1945 en Hiroshima le conmocionó.
A partir de entonces, el átomo se convirtió en el
elemento favorito de inspiración para sus pensamientos. Leda
atómica representa la figura mitológica de Leda,
mortal seducida por Zeus disfrazado de cisne. Fruto de esta relación
fue el huevo de donde salieron los gemelos Cástor y Pólux.
Aquí Leda toma la forma de Gala sentada sobre un alto pedestal,
con los pies apoyados en pequeños pedestales flotantes, mientras
acaricia al cisne volador.
El Cristo
de San Juan de la Cruz, está concebido en actitud barroca.
Nos ofrece la crucifixión con un punto de vista insólito,
desde arriba, con el cuerpo en escorzo. El cuadro de divide claramente
en dos zonas, el fuerte tenebrismo del crucificado contrasta con
el cotidiano paisaje inferior. Ambas están separadas por
la distinta iluminación, pero son unidas en el ojo del espectador
por la coincidencia del punto de fuga.
Galatea en
las esferas es la imagen de Gala formada por esferas casi en
su totalidad. En el centro de la imagen las esferas están
distribuidas como átomos con punto de fuga en la boca.
En 1974 inaugura
el Teatro-Museo Dalí en Figueres. Tras la muerte de Gala,
la salud de Dalí irá deteriorándose hasta que
en 1989 muere y es enterrado en el Teatro-Museo de Figueres.