
María
Blanchard . Biografía
y Obra
Introducción
a la biografía de María Blanchard
La pintora María
Gutiérrez Cueto, más conocida como María Blanchard,
nació 6 de marzo de 1881 en Santander. Su padre era director
del periódico El Atlántico y su madre era de ascendencia
polaca y francesa. María adoptó el apellido Blanchard
de su abuelo materno.
A causa de un
accidente que tuvo su madre durante el embarazo, María nació
con una deformidad física en la columna, era jorobada. Por
este motivo, padeció continuas burlas desde la infancia que
le afectarán psicológicamente el resto de su vida.
La pintura será su gran evasión.
Creció
en un ambiente familiar culto, es su padre quien hace despertar
su interés por el arte. En 1903 se trasladó a Madrid
para comenzar su formación con los pintores Emilio Sala,
Fernando Álvarez de Sotomayor y Manuel Benedito.
Tras
obtener la Tercera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas
Artes con Los primeros pasos, la Diputación de Santander
le concede una beca en 1909, para completar sus estudios en París.
Allí recibió clases del pintor español Anglada
Camarasa y de Kees van Dongen, que orientan su trabajo hacia la
libertad del color y la expresión, alejándose de su
formación académica española. Un ejemplo, es
el cuadro Ninfas encadenando a Sileno, donde se aprecia la influencia
de Anglada Camarasa.
En 1914, a causa
del estallido de la Primera Guerra Mundial, regresa a Madrid. Asiste
a la tertulia de Ramón Gómez de la Serna en el café
Pombo y participa en la polémica exposición de Pintores
íntegros organizada por éste. Después, se dedicará
a la enseñanza como profesora de dibujo en Salamanca, hasta
que en 1916, cuando finaliza la guerra, vuelve definitivamente a
París.
De nuevo en
la capital francesa, se relaciona con artistas como Juan Gris, Lipchitz,
Metzinger, Diego Rivera, Picabia y Picasso, entablando una gran
amistad con Juan Gris, quien ejercerá una profunda influencia
sobre ella. Formó parte del grupo cubista parisino, asimiló
sus presupuestos y desarrolló una pintura cubista introduciendo
elementos personales, como es el tratamiento del color.
Poco a poco
abandonará este estilo y se inclinará por la figuración.
Se trata de una figuración en la que hay cierta influencia
constructiva del cubismo. Se caracteriza por los colores dramáticos,
dibujos duros y violentos contrastes. Son imágenes intimistas,
expresivas, de personajes desvalidos.
En 1927, cuando
muere Juan Gris, María Blanchard se recluye en sí
misma y pierde el contacto con los demás artistas. Su salud
empieza a deteriorarse, padece tuberculosis, pero no deja de pintar.
Finalmente, muere en 1932.
Obra
de María Blanchard
Entre las obras
de su primera etapa destaca La comulgante, de 1914. Del periodo
cubista sobresalen Mujer con abanico (1916), Nature morte
cubiste (1917), Composición cubista (1918) y Nature
morte cubiste (1919).
Nature
morte cubiste (1917)
Es una naturaleza
muerta formada por una botella y una compotera sobre un mueble.
La botella supone una pauta vertical que equilibra las líneas
oblicuas y curvas que predominan en la composición.
Destaca el tratamiento
cromático y lumínico, conseguido mediante el contraste
de planos oscuros (negros y pardos) con planos claros (blancos,
amarillos y grises claros) e introduciendo matices intermedios.
Composición
cubista (1918)
En este cuadro,
los elementos están menos definidos que en Nature morte cubiste.
Los planos se superponen unos a otros rompiendo la sensación
de profundidad. La gama cromática es restringida y austera,
grises, ocres y blancos que contrastan con el azul oscuro del fondo.
Las letras pintadas
"LA" y "SE", son utilizadas con mucha frecuencia
por María Blanchard en sus obras cubistas y evocan la cabecera
del periódico La Presse.
Nature
morte cubiste (1919)
En esta obra,
las líneas y planos, trazados con gran rigor geométrico,
recuerdan a Juan Gris. El conjunto es ordenado y animado. Se establece
un diálogo entre las líneas rectas y curvas. Las primeras,
dan la forma de los planos y aristas y las segundas, pertenecen
a los objetos del bodegón. Presenta, además, una gran
viveza de colorido y luminosidad.
Nature morte
cubiste corresponde a la última parte del periodo cubista
de María Blanchard. En los años siguientes se producirá
un cambio en su trayectoria evolucionando hacia la figuración.
Representará escenas diarias de gran sentimiento, aunque
son deudoras del cubismo desde el punto de vista compositivo. Algunos
ejemplos son Madre e hijo (1921-1922), Niña orante
(1923-26), El Niño del Espejo, Maternidad (1925)
y La Gitana.
