
Baltasar
Longhena. Biografía y obra
Perfil
biográfico
Baltasar Longhena
(Baldassare en italiano) fue una de las principales figuras de la
arquitectura del Barroco en Italia, concentrándose su ámbito
de actuación en la región del Véneto, más
concretamente, en la ciudad de Venezia, a cuyo embellecimiento contribuyó
continuando con las empresas iniciadas por Jacopo Sansovino y Andrea
Palladio, sin duda, sus dos principales influencias y referentes.
De familia humilde
procedente de la Lombardía, Baltasar Longhena nacería
en la propia Venezia en 1598, donde su padre ejercía el oficio
de cantero. Muy joven entraría en el círculo de Vincenzo
Scamozzi, arquitécto, escenógrafo, teórico
y una de las personalidades más relevantes de la segunda
mitad del Cinquecento veneciano; siendo durante varias décadas
uno de los principales rivales del inigualable Andrea Palladio,
a quien, a su vez y pese a la competencia profesional que le suponía,
admiraba profundamente.
A la muerte
de Scamozzi en 1616, un aún joven Baldassare Longhena, amén
de concluir algunos proyectos inacabados por su maestro, entró
al servicio de la importante familia Contarini, de cuya mano y apenas
rebasados los 20 años, se encargaría de la reforma
del Palazzo Malipiero y de la reestructuración del Palazzo
Giustinian-Lolin, ambos en Venecia.

En
1931, tras granjearse una magnífica reputación entre
los círculos eruditos venecianos, le fue encomendada, tras
ganar un concurso, la labor de proyectar y construir en la propia
Venecia la basílica de Nuestra Señora de la Salud
que, a la postre, ha sido reconocida entre especialistas como su
principal creación y una de las joyas más sobresalientes
del barroco veneciano.
Durante su dilatadísima
carrera y gracias a su longevidad (vivió 84 años),
Longhena fue uno de los principales responsables del embellecimiento
de la metrópoli veneciana, proyectando en ella numerosos
edificios tanto religiosos como civiles que dieron continuidad al
legado iniciado, algo más de medio siglo antes, por Jacopo
Sansovino y Andrea Palladio.

Además
de su maestro Scamozzi, fueron precisamente Sansovino y Palladio
los dos principales referentes de Baltasar Longhena, quien fue capaz
de reinterpretar con enorme libertad sus conceptos arquitectónicos
y ornamentales hasta llevar al Barroco veneciano, con ciertas dosis
de grandilocuencia y extravagancia, a sus últimas consecuencias.
Longhena moriría
en 1682, quedándose varios de sus discípulos al mando
de su taller y de sus obras inacabadas, siendo dignos de destacar
Giuseppe Sardi (creador de varias fachadas monumentales barrocas
en la propia isla veneciana), Bernardo Falconi (directo colaborador
de Longhena en Venezia y que llegó a trabajar en Madrid al
servicio del Duque de Frías), y Antonio Gaspari.
Obras
de Baldassare Longhena
Tras sus primeras
obras de juventud en los citados palacios venecianos de Malpiero
y Giustinian-Lolin, el primer gran proyecto acometido por
Baldassare Longhena fue el de la iglesia de Santa María
della Salute, realizado en 1631 y que, al fin y a la postre,
acabaría por convertirse en su obra cumbre.
Su erección
le fue encomendada a Longhena previo concurso público como
exvoto a la Virgen María por parte de la ciudadanía
de Venecia una vez que la ciudad superó la dramática
peste que, entre 1630 y 1631, diezmó considerablemente a
la población.

El templo, claramente
influido aún por conceptos palladianos, presenta una planta
centralizada en torno a un espacio central coronado por su suntuosa
cúpula en torno al cual, se habilitan siete capillas laterales.
Hacia la cabecera, se despliega un segundo volumen menor también
cupulado y rematado en exedras laterales y dos torres campanario.

Uno de los grandes
logros de Longhena en Santa María della Salute, basándose
en conceptos palladianos, fue el conseguir la sensación de
encontrarse ante templos disntinos en función de si éste
era observado desde el Gran Canal, desde el Canal della Giudecca,
desde el Campo de la Salud o, incluso, desde la propia laguna de
San Marcos.
Tras el éxito
de Santa María de la Salud, Baldassare Longhena fue unánimemente
reconocido por parte de los círculos ilsutrados venecianos,
comenzando a proliferarle los encargos y los proyectos. En 1633
le sería encomendada la reconstrucción de la catedral
de Chioggia (muy cerca de Venezia), la cual, había quedado
parcialmente destruida tras un incendio años antes.

Hacía
1640 y tras la muerte de Vincenzo Scamozzi, Longhena se haría
cargo de la finalización de las Procuradurías Nuevas,
en la misma Plaza de San Marcos de Venezia. Para su conclusión,
el arquitecto veneciano siguió los esquemas que su admirado
Jacopo Sansovino había trazado en las propias Procuradurías
Viejas y en la adyacente Biblioteca Marciana, también conocida
como "Librería Sanosviniana"

Paralelamente
a las Procuradurías Nuevas, Longhena dirigió varias
intervenciones en la iglesia palladiana de San Giorgio Maggiore:
en primera instancia la escalera de honor, y años más
tarde en la fachada del monasterio, en el noviciado y en la enfermería.

Durante la década
de los cuarenta del siglo XVII Longhena, tras proyectar La Capilla
Vendramin en la Iglesia de San Pietro di Castello, dirige el
que será otro de sus proyectos venecianos más celebrados:
la Iglesia de Santa María de Nazareth, también
conocida como "degli Scalzi".
La iglesia,
que responde perfectamente a los cánones barrocos que caracterizan
el estilo arquitectónico de Longhena, fue concluida en su
fachada por su discípulo Giuseppe Sardi

Además
de iglesias y capillas, Longhena cultivó también con
enorme éxito la arquitectura civil, contribuyendo, como decíamos,
a enriquecer más aún la ciudad de Venecia, continuando
así con la empresa iniciada por sus admirados Palladio y
Sansovino.
En 1648 se hace
cargo del proyecto del Palazzo Belloni-Battagia, junto al
Gran Canal. En él, además de sus dos pisos principales
cuajados de balaustres y frontones de gran clasicismo, llama poderosamente
la atención su remate mediante dos pináculos con forma
de obelisco, un recurso bastante repetido en palacios venecianos.

También
junto al Gran Canal, el magnífico Palacio Ca' Pesaro,
hoy sede de la Galería Internacional de Arte Moderno de Venecia,
es otra de las obras cumbres de Longhena. El proyecto le fue encomendado
a finales de la década de los cincuenta, quedando inconcluso
a su muerte en 1682 y siendo rematado por Gian Antonio Gaspari en
1710 respetando escrupulosamente los planos originales.

Ya en plena
madurez y convertido en el arquitecto de referencia de la Venecia
de la segunda mitad del "Seicento", Longhena se hace cargo
de la conclusión de la fachada de la iglesia de Santa María
dei Derelitti, popularmente conocida como Chiesa dell'Ospedaletto,
cuya fábrica responde a planos de Andrea Palladio.
También
obra de Baltasar Longhena es el Palazzo Ca' Rezzonico, uno
de los más famosos de la "isola" veneciana. Mandado
construir por la familia Bon, diversos problemas económicos
motivaron que el proyecto quedase inconcluso, razón por la
cual tan solo fue materializada la fachada abierta a los canales
venecianos.

Durante sus
últimos años de vida, Longhena centró su actividad
en las villas suburbanas nobiliarias que tanto éxito tuvieron
durante la segunda mitad del siglo XVI gracias sobre todo a la maestría
de Palladio.

De entre todas,
destacan los proyectos de Villa Paccagnella en Conegliano,
y la finalización del pabellón central de la conocida
Villa Angarano de Bassano del Grappa, iniciada por Palladio
y en la actualidad distinguida como Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco.
